15 de octubre de 2013

Cuervos, cornejas y grajos

No deja de sorprenderme la fauna urbana de Brighton; y no me refiero a ciertos pintorescos habitantes humanos del centro de la ciudad. Uno sigue amarrado a esas pocas escenas animales que se dan en las ciudades de España: una bandada de palomas, los rápidos gorriones, el huidizo gato callejero y algún perro abandonado. Por el contrario, la fauna urbana en Inglaterra propicia el despertar de ese zoólogo que todos llevábamos dentro cuando niños y en algún momento se perdió y se hizo ingeniero o empleado de banca por falta de contacto con la naturaleza.

No solo en los jardines del Royal Pavilion: en cualquier calle de Brighton puede uno toparse con las ardillas que habitan, por ejemplo, los inmensos olmos que colonizan las aceras hasta donde vivo, probablemente plantados el mismo año en que dicen se construyó la fila de viviendas, allá por 1902. Los vecinos aseguran las tapas de los contenedores de basura con un ladrillo para evitar que las voraces gaviotas derramen su contenido -esas mismas gaviotas que todas las mañanas se abrevan en un canalón del techo del vecino de atrás y nos saludan por la ventana mientras desayunamos, o que exploran el montón de escombros de la obra de abajo, o que se amontonan en el Pier a la espera de desperdicios frescos de comida rápida.

Ejemplar joven de gaviota. Brighton, octubre de 2013

Multitud de gatos patrullan las calles, pero su estado lustroso indica que no son callejeros y su actitud totalmente carente de prudencia lo confirma -pregúntense por qué los gatos ingleses son infinitamente más confiados con nosotros que los españoles-; y, aunque no hay perros callejeros, de noche uno puede cruzarse con alguno de los zorros que han hecho su zorrera en el cementerio. Desde la ventana acabo de ver uno bajando tan campante por la acera de mi casa.

Los córvidos son también vecinos habituales y numerosos de las ciudades de este país. Durante un buen rato de esta mañana han ocupado una de las chimeneas de enfrente de mi ventana una pareja de estas aves oportunistas y escandalosas. Mi incapacidad para distinguir cuervos, cornejas y grajos, mi ignorancia de los límites semánticos de los vocablos que las designan en la lengua de Shakespeare y mi curiosidad me han impelido a descifrar las señales que me mandaban desde el otro lado de la calle y averiguar -examinando la información y las fotografías que suministran diversas webs- a cuál de esas especies pertenecían. Sin duda eran cornejas.

Cornejas (carrion crows). Brighton, octubre de 2013.

Los ingleses, con quienes los españoles compartimos muchas especies de córvidos, llaman genéricamente a las aves de esta familia crow. Quiero compartir con los más curiosos las notas fruto de mis pesquisas, junto con la petición de que si algún ornitólogo encuentra errores me los haga conocer: gracias.

(Fotos propiedad del autor.)

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CORVUS CORAX. Inglés raven; español cuervo; catalán corb; gallego corvo grande o corvo carnazal; vasco erroi. Negro y lustroso, grande y robusto, pico negro, muy fuerte y algo encorvado, cola triangular. 

CORVUS CORONE. Inglés carrion crow; español corneja; catalán cornella negra; gallego corvo pequeño o corvo viaraz; vasco belabeltz. Negra y lustrosa, menos robusta, pico negro menos fuerte y menos encorvado, cola rectangular. 

CORVUS CORNIX. Inglés hooded crow; español corneja cenicienta o corneja gris; catalán cornella mantellada o cornella emmantellada; vasco bele txanoduna. Similar a la corneja negra pero de colores negro y gris. Se hibrida naturalmente con la corneja negra. Muy rara en España. 

CORVUS FRUGILEGUS. Inglés rook; español grajo o graja; catalán graula o cornella de bec blanc; gallego gralla grande; vasco ipar-bele. Negro y lustroso, menos robusto, pico blanco y las fosas nasales descubiertas de plumas. 

CORVUS MONEDULA o COLOEUS MONEDULA. Inglés jackdaw; español grajilla; catalán gralla; gallego gralla pequeña o gralla cereixeira; vasco beletxiki. Negro, con matices grises en nuca, pecho y espalda, pequeño, pico negro, iris de los ojos blancos, vive en torres y ruinas. 

PICA PICA. Inglés magpie; español urraca o pega; catalán garsa; gallego pega; vasco mika. Negra y blanca, pequeña, pico negro, cola muy larga. 

PYRRHOCORAX PYRRHOCORAX. Inglés chough; español chova o chova piquirroja; catalán gralla de bec bermell o cornella de bec bermell; gallego choia; vasco belatxinga mokogorri. Negra, pequeña, pico rojo, largo y curvado, patas rojas. En el Reino Unido, habita solo en las más remotas costas occidentales.

GARRULUS GLANDARIUS. Inglés jay; español arrendajo o gayo; catalán gaig; gallego gaio, pega marza o pega rebordá; vasco eskinoso. Córvido pequeño muy diferente de los anteriores, de color marrón anaranjado con patrones azules y negros en alas, cola y cabeza, obispillo blanco y cola negra y larga.

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