16 de diciembre de 2013

Blake en Chichester

William Blake, hoy aclamado por muchos como la mayor figura de la literatura inglesa, murió prácticamente desconocido. Poeta, pintor e ilustrador, su complejo pensamiento, enteramente influido por la religión, se distinguió así mismo por su crítica a los abusos del poder, las desigualdades, el mercantilismo y la guerra.

Durante su período en Felpham (West Sussex), Blake sufrió la intrusión de un soldado ebrio, de nombre John Schofield, en el jardín de su casa. Ante la inutilidad de las palabras, el pacífico Blake hubo de expulsar al miembro de los Royals Dragoons por la fuerza. Schofield  amenazó: "¡Cuidado, que soy un soldado del Rey!", y Blake, al parecer, contestó algo parecido a: "Me cago en el Rey y me cago en ti". Lo cual, puestos en situación, no deja de ser humano.

El casaca roja, herido en su orgullo, urdió con un compañero suyo una historia según la cual Blake no solo habría injuriado a Jorge III, sino que además habría manifestado su deseo de que Napoleón ganase la guerra y les cortase la cabeza a todos. Acusación que hoy puede parecer ridícula, pero que en tiempo de guerra le ganó al poeta un juicio por agresiones y sedición.

La vista tuvo lugar el 10 de enero de 1804 en Chichester, en lo que conocemos como The Guildhall, pero que originalmente había sido parte de un monasterio franciscano del siglo XIII. Este sobrio edificio gótico sobrevive rodeado de robles y verdor en medio del Priory Park; hoy forma parte del Museo del Distrito, pero desde que en el siglo XVI la mayor parte de las instalaciones de los Grey Friars fueran demolidas por orden del insaciable Enrique VIII, había servido como salón municipal, gremial y judicial en la capital de Sussex.

The Guildhall. Priory Park, Chichester (2013). Foto propiedad del autor.

Presidió el juicio un bisnieto de Carlos II: Charles Lennox, III duque de Richmond. Durante la sesión quedó meridianamente claro que, cualquiera que fuese la expresión de Blake, Schofield había exagerado el episodio para satisfacer su ansia de venganza. El juez fue imparcial y el jurado absolvió al poeta.

Poco después Blake regresaría a Londres y pondría manos a la obra con su Jerusalem, al que pertenecen unos versos que evocan el Guildhall de Chichester y que en otro manuscrito aparecen bajo el título "The Grey Friar": un texto acerca de un monje franciscano que sufre martirio por mantenerse firme en sus convicciones contrarias a la violencia. Buscando en las ilustraciones de Jerusalem encontraremos también la figura de John Schofield, representada de forma poco ventajosa.

Retrato de William Blake, por Thomas Phillips (1807). Foto de Wikimedia Commons.

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